Diarios de Ecohuertos

 Aprovecho que el huerto de casa atrae a gran variedad de insectos; Isabella, quien es la más pequeña siempre me pregunta o me avisa cuando ve a uno, entonces corro con el frasco grande y con mucho cuidado los atrapo para que ella pueda observarlos con detenimiento, tomemos fotos y algunos videos para dar paso a mi parte favorita: la investigación. Debo recalcar que inmediatamente los especímenes son liberados con el mismo cuidado, pues la clase no dura más de quince minutos.

 En la semana siguiente de que escribí la publicación anterior, cayeron lluvias sin parar hasta el día de hoy que sigue lloviendo sin tregua. Una tormenta tropical fue la antesala de lo que nos esperaba en octubre... dos huracanes nos azotaron y ahora mismo sufrimos los remanentes de una tormenta que ha dado la vuelta a todo el Mar Caribe y que apenas el día de ayer comenzó a avanzar hacia Estados Unidos. Los saldos me han dolido porque perdí mis calabazas, varias plantas de rábanos, aromáticas, acelgas y el chile habanero que al parecer se resiste a perecer... por otro lado, la papaya continuó su crecimiento perfectamente, hace algunos días me percaté de que ya vienen sus primeras flores, es hembra; ahora viene la parte de polinización, las naranjas agrias continúan desarrollándose, espero pronto nos den frutos. Puse a germinar pimiento morrón y al parecer tendremos tres plántulas bien logradas; cambié de maceta los limoneros amarillos. Probé un plaguicida hecho con cempasúchil, el cu

  Pocas cosas me emocionan tanto al grado de acabar llorando como hoy. Me encantan las calabazas por su gran variedad, color y sabor; cuando  anduve por Oaxaca y Xalapa probé las quesadillas de flor de calabaza y desde entonces son uno de mis manjares favoritos. Aprendí de mi mamá a hacer el dulce de calabaza para finados que hacía mi abuela y que no es por nada, pero me queda delicioso. Ese día fui al súper y compré un pedazo de calabaza de Castilla para hacer el dulce, llegué a casa y le quité todas las semillas porque no me gustan dentro del almíbar y las puse a secar para hacer pepitas saladas para comer; pero cuando estuvieron listas, decidí guardarlas. Pasó mucho tiempo y con esto de la pandemia retomé la idea de hacer un huerto en casa y lo primero que se me ocurrió germinar, fueron esas semillas, pensé que por ser del súper estarían muy chafas, por aquello de las semillas modificadas y los pesticidas, sin opciones para conseguir semillas, las sembré en almácigos de cartón de hu

 Creció mi preocupación porque mi calabaza todavía no da flores... muchos horticultores que he leído y escuchado hablan de la paciencia, tal y como la tuve algún día con mis embarazos. Conforme tengo más información, me doy cuenta que la calabaza tiene un sin fin de dificultades que debemos sortear con mucha dedicación y trabajo disciplinado. Ya se acerca la luna llena y será un buen momento para aplicar potasio y fósforo para ayudar a la calabaza a dar sus primeras flores. Mientras tanto, nosotras felices y orgullosas posando con las "hojasaurias" de nuestras calabazas.

De acuerdo a la agricultura ecológica, la luna viene siendo base fundamental o para la producción. La fuerza gravitatoria de la luna influye en la savia de las plantas afectando a la fotosíntesis, la germinación de las semillas, a los movimientos para que ésta ascienda o descienda desde las raíces hasta la zona más superior. Por ejemplo, se asocia la fase entre cuarto creciente y luna llena al punto máximo de concentración de savia en la zona superior de las plantas; el plenilunio afecta en un mayor desarrollo de la planta en cuanto a su altura, y durante la luna nueva y la menguante en las raíces hay más concentración de savia. Es conocido que la luna en posición ascendente tiene mayor influencia sobre la savia que en la descendente. Para saber si la luna es ascendente o descendente sólo debemos observarla en dos días sucesivos. El primer día observaremos la luna y tendremos una referencia con respecto a la altura de ésta (por ejemplo, un edificio) y al día siguiente, pero esta vez do

En esta tercera incursión a los huertos, se me ha ocurrido aprovechar el pedazo de tierra de la entrada de mi casa. Sembré calabaza, melón, papaya y sandía; sin embargo, por cuestiones climatológicas perdí el melón, la sandía y la papaya. Despues del trasplante cayó mucha lluvia y se pudrieron las plántulas; esas lluvias fueron catastróficas para el campo de Quintana Roo en general. Muchos campesinos perdieron sus cultivos. Lo mío fue cosa menor, pero muy triste también. Por otro lado tengo 2 limoneros listos para trasplante, una papaya y alrededor de 5 plántulas de tomate. Conseguí romero, albahaca y orégano para ahuyentar insectos dañinos para el huerto y en unos días comenzaré la composta doméstica. Aplicamos fertilizante de bananas, el cual ha dado muy buen resultado en chile habanero y melón en casa de mi madre y las calabazas de mi casa. En estos días sembraré junto con mis hijos, cilantro y rábano en unas macetas de PET que hemos fijado a un tronco de coco ya seco, lo