Control de Plagas

La clase del día de hoy fue referente al control de plagas y la elaboración de plaguicidas orgánicos. Las plagas o enfermedades son señales de una deficiencia mineral en el suelo del cual se nutren las plantas. Si observamos que las plantas infestadas sobre pasan el 15% del total de ellas, podemos hablar de una plaga.

Nuestro primer control de plagas preventivo son las plantas aromáticas (albahaca, epazote, hierba limón, etc.) que colocamos en la cama donde sembraremos nuestro huerto, algunas protegeran por fuera del suelo y otras como el cempazuchill por debajo de la tierra.

Aprendimos la elaboración de tres tipos de plaguicidas, el caldo sulfocálcico, el caldo de bicarbonato de sodio y el caldo bordeles.

CALDO SULFOCÁLCICO:

-2 kg. azufre
-1 kg. cal
-20 ltros de agua

El azufre y la cal se mezclan en seco, se pone a hervir los 20 litros de agua y luego se vierte la mezcla de cal y azufre; este se mueve constantemente hasta obtener un color caramelo, el cual denota que ya está listo. Deberá rebajarse una parte del concentrado en diez partes de agua para su aplicación.

Este plaguicida es muy útil para casi todas las plagas y además fertiliza parcialmente el suelo.

CALDO DE BICARBONATO DE SODIO

-200 gr. de bicarbonato de sodio
-6 litros de agua

Es de los más sencillos en cuanto a su elaboración, no se rebaja y la perioricidad de aplicación se va ajustando de acuerdo a la permanencia de la plaga en nuestras plantas.

CALDO BORDELES

Fue descubierto por un agricultor de viñedos de Bordeles, lo utilizaba para evitar que la gente se robara sus uvas pues le daba un aspecto de uvas infestadas por hongos. Con el paso del tiempo se dio cuenta que esta preparación controlaba algunas plagas de su viñedo. Actualmente la agricultura industrial sigue utilizando esta base, a la cual le añaden venenos que no es este nuestro caso.

-200 gr. de cal
-500 gr. de cobre
-20 litros de agua

Tendremos cuidado en la preparación ya que primero deben diluirse los elementos por separado, en una cubeta se vierten 10 litros de agua y la cantidad de cal señalada, a este proceso se le conoce como "apagar la cal"; la cal en contacto con el agua posee una reacción química que eleva la temperatura. En una segunda cubeta se vierten los 10 litros de agua restante y le agrega la cantidad señalada de cobre. Cuando ambas estén diluidas, la primer cubeta se vaciará sobre la segunda, es muy importante seguir esta indicación.

 

 

 

 

 

El caldo de bordeles se rebajará tomando tres partes del concentrado en una parte de agua, debe aplicarse el mismo día, no se puede almacenar ya que pierde su efectividad, por ello hay que prepara la cantidad suficiente evitando sobrantes. Después de ver cómo se preparaba el plaguicida, Miguel procedió a enseñarnos cómo aplicarlo en las hojas y en el tallo de una planta de guayaba infestada.

 

 



 

 

 



Al cabo de quince días, el bocashi estaba casi listo, digo casi porque Miguel notó que aún se sentía caliente una parte del fertilizante. Tuve la oportunidad de introducir mis manos para corroborar lo que nos iba diciendo. Efectivamente una parte del bocashi estaba fría y la otra un poco caliente, lo cual nos señala que el proceso de fermentación aún no concluye.

Tomamos entre todos una parte del bocashi para abonar las plantas del huerto, haríamos dos medias lunas escarbando en la tierra a los lados de la planta, de tal manera que las raíces pudieran tomar los nutrientes. Seremos precavidos a la hora de escarbar cerca de las raíces pues si las dañamos estas quedarán expuestas a los nematodos que lo único que le provocarán a la planta serán una especie de tumores que impedirán su desarrollo hasta provocarle la muerte.

¿Recuerdan cuando hace una semana se aplicó el biol en la hilera derecha de la cama? He aquí los resultados más que contundentes sobre la funcionalidad inmediata del fertilizante.

Ya para cerrar esta entrega, les comento que los chicos del curso de cocina siguen practicando con el pan, aquí les dejo una fotografía de Rodrigo metiendo, sacando y acomodando el pan.