El que busca, encuentra.

Tengo muchas razones por las cuales tomé la decisión de incluirme en la comunidad de Ecohuertos, la cual tiene su lugar en la parte trasera de la Universidad del Caribe, en la ciudad de Cancún. El proyecto surgió por iniciativa de algunos jóvenes entusiastas y preocupados por la calidad de los alimentos y el medio ambiente en general.

Somos una comunidad autogestiva, obtenemos recursos de las ventas de plántulas que se realiza en los tianguis y a veces aportamos una mínima cantidad de efectivo cuando la ocasión lo amerita.

Nuestro curso durará dos meses y medio. Al terminar seremos capaces de transmitir nuestros conocimientos a otras personas, pues esa es la idea principal del proyecto. Habrá quienes nos quedaremos en la comunidad y otros quienes ya no asomen ni las narices por allá.

A decir verdad, yo me enteré del curso vía twitter y no tardé en entusiasmarme con él. Pretendo en un futuro -que cada vez es más cercano-, irme a vivir a Tixhualactún, Yucatán a cultivar la tierra para vivir de ella y olvidarme del bullicio de la ciudad.

Además, mi interés ha sido también un poco lo profesional, una forma de complementar los conocimientos que me han transmitido mis informantes sobre agricultura y apicultura, una manera más de comprender su mundo al que me he adscrito neófita.

Cada persona es valiosa, cada ser tiene algo que aportarnos. Con esa ideología le auguro más años al proyecto.